RELATO 2

RELATO 2: HARRY LLEGA A HOGWARTS


Aclaraciones antes de leer el relato: los diálogos entre personajes aparecerán con un fondo verde claro.

Aquella tarde Harry y sus amigos, Ron y Hermione, se disponían a viajar hacia el castillo de Hogwarts, con el fin de destruir los horrocruxes de Voldemort y con ello acabar con él de una vez por todas.

Tenemos que encontrar los horrocruxes que quedan en Hogwarts –dijo Harry-
Lo sé –dijo Hermione- pero no podemos entrar así como así en el castillo, estarán vigilándolo minuciosamente para atraparte si pones un pie en el castillo.
Entonces dirijámonos a Hogsmeade y utilicemos alguno de los pasadizos secretos del mapa del merodeador –dijo Ron sacándose el mapa de un bolsillo-
Buena idea, vayamos entonces –dijo Harry y, segundos después, desaparecieron camino a Hogsmeade-

Tras aparecerse en Hogsmeade, la alarma puesta por los mortífagos estalló, avisando de que Harry había llegado al pueblo, poniendo en guardia a todos los mortífagos de la zona. Las calles estaban abarrotadas de mortífagos, mientras que nuestros amigos buscaban un sitio donde refugiarse. Cada vez, más y más, se adentraban en las calles del pueblo intentando esquivar a los mortífagos que merodeaban por la zona.
Llegaron a un pequeño callejón en el que había un hombre esperándolos, con la misma edad y aspecto que el profesor Dumbledore, el cual les indicó que entraran para ponerse a salvo.
Tras entrar en la casa, observaron que el individuo que les había ayudado antes era el dueño de la taberna de la cabeza de puerco, Aberforth Dumbledore, hermano del profesor Dumbledore.

¿Cómo os atrevéis tan siquiera a merodear por aquí con el peligro acechando en cada esquina? –Pregunto Aberforth con un tono serio-
Hemos venido para terminar un trabajo que nos encargó su hermano –respondió Harry-
Creo, chico, que no conoces verdaderamente a mi hermano –dijo Aberforth con rostro serio y la mirada fija en Harry-.
Señor, no hemos venido a debatir lo que pudo o no pudo hacer el profesor Dumbledore –respondió fríamente Harry-

La conversación se volvió tensa, Aberforth y Harry mantuvieron la mirada durante varios segundos.

Eres insensato, Harry Potter, la orden se disolvió. ¿Acaso crees que puedes vencer a Voldemor? –contesto Aberforth-
Nosotros sabemos que es lo que puede acabar con Voldemort, y para ello necesitamos que nos ayude a entrar en Hogwarts –contesto Harry-
Ve y tráelo –dijo Aberforth mirando fijamente al cuadro de su hermana, Ariana-
¿Es su hermana, Ariana? –preguntó Hermione- ¿Cómo murió?
Si –contesto Aberforth-, su muerte fue provocada por mi hermano Albus –mirando a Harry- a veces, señor Potter, mi hermano ponía sus intereses por encima de sus seres queridos. Ya llega –dijo mirando ahora al cuadro, que mostraba a Ariana acompañada de otra persona, Neville Longbottom-
Me alegro de veros –dijo Neville al ver  a Harry, a Ron y a Hermione- necesitamos más suministros, se nos están agotando –dijo mirando a Aberforth-. No os va a gustar lo que vais a ver cuándo lleguéis al castillo, allí reina el imperio del terror con los hermanos Carrow –les comentó mientras se dirigían a entrar por el pasillo detrás del cuadro-

Nuestros amigos abandonaron aquel lugar para adentrarse en un pasadizo, el cuál llevaba a la sala de los menesteres del Castillo de Hogwarts. La verdad es que ellos no sabían por dónde empezar; la noche se cernía sobre ellos y planteaba ser una noche oscura y difícil de superar.

ATENCIÓN: Para el próximo fin de semana (31 de Octubre al 2 de Noviembre de 2014) tendréis el tercer relato.

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